El paso a paso para causar una despresión que nos permita; liberar emociones reprimidas, encontrarle una coherencia a los síntomas e integrar un nuevo mecanismo de afrontamiento.
Crear un ambiente donde la persona se sienta realmente cómoda, segura y libre para hablar de sí misma.
Preguntar por una situación específica y reciente donde sienta mucho el problema que trae. Como elegir una “foto” del problema hoy.
Mirar con lupa esa situación del presente:
Buscar si esta sensación o patrón ya ha aparecido antes en su vida.
Como en el paso 3, pero mirando esa escena de cuando era más joven: ¿Qué pasó realmente y cómo se sintió por dentro (cuerpo, emociones, pensamientos)?
Si le cuesta conectar con las emociones del pasado, usar herramientas para ayudarle a sentirlas. Como imaginar a su hijo en su infancia, o a cualquier otro niño o niña significativo (Aquí es también donde miraríamos cómo era su entorno en ese momento, si tuvo apoyo, etc., para entender mejor la escena).
¿Qué “regla” o “verdad” aprendió sobre sí mismo o sobre la vida debido a esas experiencias difíciles del pasado (lo que sintió, lo que pasó, el entorno)?
Ayudar a la persona a volver a sentirse totalmente presente y segura en la sesión después de explorar cosas difíciles.
Mirando desde el presente, ver cómo esa vieja “regla” (creencia nuclear) o esa forma de sentirse se repite en diferentes partes de su vida, especialmente en el problema que trae hoy.
Entender que la forma en que se defiende o reacciona no es mala; fue una manera inteligente que encontró de sobrevivir a los eventos difíciles de su infancia.
Ver cómo todo lo que hemos entendido del pasado (el patrón) explica por qué le pasa o se siente como se siente con el problema de hoy.
Sentir empatía y cariño hacia la parte de sí mismo que tuvo que crear esa protección para atravezar esas experiencias difíciles. Reconocer su esfuerzo.
Darse cuenta de que aunque esa vieja forma de protegerse sirvió antes, quizás ahora le limita o le causa dolor. Abrir la idea de que hoy puede aprender formas nuevas y más sanas de protegerse o responder.
Repasar brevemente lo más importante que se descubrió. La tarea es simple: durante la semana, solo notar cuándo aparece esa vieja creencia, esa sensación o ese mecanismo, sin intentar cambiar nada todavía. Solo observar con curiosidad.