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Siete mentiras que te enferman

Todos hemos mentido y vamos a continuar mintiendo.

Algunas personas pueden creer nuestras mentiras,

incluso nosotros mismos podemos dejarnos engañar por lo que decimos

pero nuestro cuerpo no.

Nuestra mente, cuerpo y alma no se comprará las mentiras que les decimos a los demás, ni las que nos decimos a nosotros mismos.

Tales como:

  • “está todo bien”
  • “esto no me afecta”
  • “lo hago porque quiero”
  • “ellos tuvieron sus razones, los entiendo y los perdono”
  • “lo hago porque me necesitan”
  • “no me molesta hacer esto”
  • “no siento rabia”

Y una serie de otras más que se reducen a exactamente lo mismo; negación y evasión de lo que realmente pensamos y sentimos.

Fingir que está todo bien, perdonar antes de si quiera procesar lo que sentimos, no mirar nuestro pasado o simplemente creer que las cosas que pasaron no nos afectan, son el camino directo a la ansiedad, crisis de angustia y/o ataques de pánico.

Pero cuando estos síntomas tocan nuestra puerta; cuando el corazón se agita sin razón aparente, cuando el sudor en la manos se hace notar, cuando nuestra mente no para de pensar y nuestro pecho se aprieta, recién ahí nos preguntamos ¿qué nos está pasando?

Pero este es el tema ¿por qué no nos preguntamos antes que era lo que realmente sentíamos? ¿qué era lo que realmente queríamos? ¿por qué dijimos que sí a tantas cosas que no teníamos ganas de hacer?

Nos hacemos la pregunta muy tarde. Esperamos años, décadas incluso, en situaciones que nos dañan y, peor aún, haciéndonos daño a nosotros mismos al forzarnos a hacer y decir cosas que realmente no queremos.

Cuando la ansiedad se hace notar no queda otra que dar vuelta atrás la mirada y permitirnos procesar lo que durante tantos años no nos permitimos sentir ni hablar.

La ansiedad es ese maestro que viene a disipar las mentiras que te has contando a ti mismo. Mientras más nos mintamos, mayor es su intensidad.

La ansiedad es un síntoma de nuestra desconexión de nosotros mismos, de nuestra autenticidad, de esa voz interna que habla bajito pero con claridad y que, tal vez, dejamos de escuchar.

Mientras más nos mentimos a nosotros mismos, mayor es la ansiedad.

Confronta esas emociones que no te permiten sentir

Confronta esos miedos que no te permiten avanzar

Confronta esos engaños que te mantienen en donde no quieres estar

Confronta esas culpas que cargas en tu espalda

Comienza un proceso de 28 días para ir a la raíz de esa ansiedad que te está empujando a sanar.

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Un abrazo,

Ignacio.

Imagen del autor

Quién soy yo?

Soy Ignacio Urzúa, y me dedico a algo muy simple, pero poderoso: ayudarte a soltar el peso que no es tuyo. Trabajamos juntos, uno a uno, para desarmar patrones y creencias que vienes cargando desde tu infancia y que hoy te frenan. Esos bloqueos que sabotean tus relaciones, tu tranquilidad y hasta tu autoestima tienen un origen, y mi trabajo es acompañarte a encontrarlo y liberarlo.

No te prometo milagros, pero sí claridad. Mis consultantes suelen decir que estas sesiones son como quitarse una venda de los ojos: descubren cómo la historia familiar que cargaban estaba dictando sus decisiones y repitiéndose en su vida. Si estás listo para dejar de pelear con el pasado y empezar a vivir la vida que quieres en vez de la que quieres, aquí estoy. 

Formación integral en Transgeneracional

Llega a la raíz de los conflictos emocionales que te frenan y aprende a guiar a otros en su sanación. Aquí no hay atajos, solo herramientas reales para transformar vidas, empezando por la tuya.

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