[Carta abierta a quienes quieren recuperar su libertad de elegir]
Sanar a mí parecer es volver a elegir tu vida.
Es confrontar nuestro dolor de una manera que prioriza la claridad sobre por qué vivimos lo que vivimos y la autenticidad de volver a ser nosotros mismos, de encontrar coherencia emocional en lugar de huir de nuestras heridas.
Quien busca sanar no pregunta: “¿cómo puedo evitar el dolor?”
Pregunta: “¿qué tipo de vida quiero llevar? ¿la misma de mis padres, lo contrario a mis padres o la mía?”, y luego emprende un camino de sanación que apoye esa vida.
No se trata de evitar el dolor. Se trata de encontrar paz.
A menudo, los patrones de nuestro pasado y de nuestra familia se repiten en nuestras vidas, afectando nuestras relaciones, trabajos y bienestar emocional. Reconocer y confrontar estos patrones es esencial para nuestra sanación. Cada problema que enfrentamos está conectado a nuestro pasado, y solo al comprender esta conexión podemos liberarnos.
Encontrar estos patrones es un proceso de sanación simple y enfocado — priorizando la honestidad y la autoaceptación en nuestras vidas.
A veces eso significa un verdadero trabajo interno individual, pero siempre en sesiones que van directo al grano. Trabajamos en desentrañar los patrones heredados y aprender a vivir de manera auténtica.
Al final del día, lo que nos une es un objetivo simple:
Lograr la libertad de tener la vida que queremos y no la que debemos.
Dejar de repetir y comenzar a elegir.